sábado, 23 de abril de 2011

Ayrton XXXVII

Cuentos, historias, ¿por qué y para qué?

“¡Qué alborozo en el jardín!”, nos dice Juan Ramón Jiménez. “Los niños saltaban, batiendo las palmas, arrebolados y rientes como auroras” … “Platero, contagiado, igual que un chivillo, se curvaba, giraba sobre sus patas, en un vals tosco, y daba coces al aire claro y suave...”

Tú eres un chico esencialmente libre, Ayrton, con la mente y el cuerpo a pleno en el fluir de la vida, ya te lo dije, pero estás circunstancialmente enjaulado. La que te guía, tu profesora de literatura, y otros con ella, busca que salgas de la pajarera, o que ella misma se esfume…

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