sábado, 16 de abril de 2011

Ayrton XXVIII

“Me decían, riendo, que la verja no tenía llave...”. Y es cierto, Ayrton, a veces, el paso está franqueado como en el cuento Ante la ley, de Kafka, pero, claro, no lo sabemos.

“En mis sueños”, le narran a Platero —y yo a ti, Ayrton, los sueños tuyos, míos, nuestros—, “la verja daba a los más prodigiosos jardines, a los campos más maravillosos...” Acaso tú no lo creas, pero “así como una vez intenté, fiada en mi pesadilla, bajar volando la escalera de mármol”, según tratan de entusiasmar al borrico, yo, tu profesora, abriré la cancela que te veda el futuro. Porque ya “fui, mil veces, con la mañana, a la verja, segura de hallar tras ella lo que mi fantasía mezclaba, no sé si queriendo o sin querer, a la realidad...”.

Y te enseñaré el camino.

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